En el Fixcer Informa anterior les hablábamos del porqué de las juntas de dilatación, de sus ventajas, normativa, tipos, etc.
En este nuevo informe, desarrollaremos otros aspectos no menos importantes.
La calidad de las masillas:
Diferenciamos la calidad de las masillas por su velocidad de polimerización, resistencia al descuelgue, dureza Shore, módulo elástico, etc, pero son la Elongación hasta rotura y la Capacidad de Movimiento los dos datos más importantes. El problema es que son datos que normalmente se confunden.
La elongación hasta rotura se define como el alargamiento máximo al que puede llegar una masilla hasta que cede por rotura. Normalmente es un valor espectacular, ya que hablaremos del 250%, 400% incluso del 500%, pero es relativa su importancia ya que sólo conseguirá este valor un número de veces muy reducido.
El dato realmente eficaz es la Capacidad de Movimiento de la masilla. Entendemos esta como el valor de elasticidad que es capaz de desarrollar por un número prácticamente ilimitado de veces. El objetivo es que pueda “absorber” el movimiento del paramento tantas veces como días de vida tenga la junta de dilatación.
Cálculo del ancho “A” de una junta de dilatación sellada:
Necesitaremos saber los siguientes datos:
T1 = temperatura máxima a que estará sometido el paramento (p.ej.: +40ºC)
T2 = temperatura mínima a que estará sometido el paramento (p.ej.: +10ºC)
D = distancia que nos interesa tener entre juntas de dilatación (p.ej.: 15 ml.)
C = coeficiente de dilatación térmica del material de que está construido el paramento (p.ej.: 7 x 10-6)
M = capacidad de movimiento de la masilla que usaremos para sellar la junta (p.ej.: 25% => M = 0,25)
El ancho mínimo de nuestra junta de dilatación sellada será de:
A = D x (T1-T2) x C x 100 / M = 15 x (40 -10) x 7x10-6 x 100 / 0,25= 1,26 cm.
Correcta ejecución de la junta de dilatación:
Ya sabemos que nuestra junta de dilatación deberá tener un ancho mínimo de 1,26 cm. Ahora será bueno ceñirse a unos consejos básicos para su correcta ejecución: